Debemos remontarnos a 1.947 para situarnos en el momento en que se empezó a hablar
del fenómeno O.V.N.I. (OBJETOS VOLADORES NO IDENTIFICADOS) en la prensa diaria; a partir de ese entonces ha aparecido este
tema repetidamente, en numerosas ocasiones y en distintas partes del mundo.
El primer relato publicado se insertó en el periódico "Los Ángeles Times" el 26 de
Junio de 1.947. Kenneth Arnold, piloto aficionado, refería que había observado sobre la parte occidental de Washington objetos
brillantes que volaban a una velocidad de 1.500 Km. por hora aproximadamente, y a una altura de unos 3.000 metros. Dijo que los objetos mencionados eran parecidos a un
platillo. De esta observación procede la denominación de "platillos voladores" que se aplica, un poco burlonamente, a estos
desconocidos objetos.
Despertó gran expectación e inquietud la noticia de que el día 7 de Enero de 1.948,
el capitán de aviación norteamericano Thomas Mantell había perecido al caer el avión con el que intentaba seguir a uno de
estos objetos volantes. El piloto habló, por la radio de abordo, de "un objeto metálico de grandes dimensiones" que se disponía
a seguir; comunicó más tarde que no había podido acercársele más, a pesar de haber ascendido hasta 2.000 pies de altura; a partir de ese momento ya no se recibieron más noticias de él
y la causa de la caída del avión nunca fue esclarecida. La máquina parecía haber explotado en el aire.
El aterrizaje de un objeto luminoso durante varios días en las montañas de México
ha sido uno de los casos más claros de cuantos se recuerdan en la historia; el suceso, que pudo ser fotografiado infinidad
de veces, tuvo una resonancia mundial y llegó a ser comentado en el organismo internacional de mayor prestigio: la ONU.
Pero las dudas permanecen, ya que siempre se ha ocultado y jamás se ha registrado
esa manifestación fuera de duda y ese contacto que disiparía cualquier objeción; de ahí que no podamos pretender resolver
problemas, sino, simplemente recoger las últimas corrientes, las más serias y científicas que se han extendido sobre el fenómeno
O.V.N.I. o U.F.O..
Pero ¿qué hay de realidad, qué de ficción y qué de simple fenómeno atmosférico?. Ahí
esta la clave de la duda para el incrédulo y una evidencia más para quien de por sí ya cree.
Hoy, por fortuna, y como ya hemos dicho, existe una terminología concreta para definir
estos fenómenos. Incluso se dan clasificaciones como "fusiformes", "platiformes", etc.; en definitiva, existe una estructuración
racional y, hasta cierto punto, científica al respecto.
Por otra parte, son muchas las alusiones sobre avistamientos de objetos extraños en
el cielo que se hacen en los libros sagrados de todas las religiones. Siempre se han interpretado tales alusiones como prodigios
sobrenaturales, sin que se pensase, por la carencia de datos científicos como los que ahora contamos, que tales apariciones
pudiesen ser los hoy tan populares Ovnis. Existen multitud de expresiones en la
Biblia, por partir de uno de los libros más universales conocidos, en los que, con una ligera interpretación,
se descubren alusiones a objetos voladores. Las referencias mas conocidas del Antiguo Testamento son: "bolas de fuego"."arcas
voladoras","barcas que vuelan","torbellinos de fuego", etc., etc..
Quizás el texto más representativo al respecto lo encontraremos en los primeros capítulos
del libro del profeta Ezequiel: "...Y miré y vi que venía del norte un torbellino de viento y una gran nube y un globo de
fuego que se revolvía dentro de la nube, y en su centro una especie de metal brillante...".
Existen multitud de pasajes celebres al respecto en la Biblia, como la destrucción de Sodoma y Gomorra, que bien pudo ser producida por una
explosión nuclear. Al respecto, el profesor ruso Michail Agrest afirmó que, en los tiempos bíblicos, se registró una explosión
nuclear en el Oriente Medio.
Otro texto clásico es la salida de Elías de este mundo en un carro de fuego. Pero
textos similares también existen en los libros sagrados de otras religiones, algunos incluso más antiguos que la Biblia. En el "Mahabarata" nos encontramos con la siguiente descripción:
"...Obedeciendo la voz del espíritu, Narayana convoca a Davana, el disco destructor. Así que la voz del espíritu la hubo convocado,
Davana surgió del cielo, despidiendo relámpagos espantosos, capaces de destruir ciudades enteras...".
El "Ramayana" es todavía mas explícito: "...Las vimanas (máquinas voladoras) tenían
forma de una esfera y navegaban por los aires gracias al mercurio que levantaba un fuerte viento impulsor. Hombres, a bordo
de las vimanas, podían cubrir grandes distancias en un espacio sorprendentemente corto. El piloto conducía las vimanas a su
voluntad, volando de abajo a arriba, de arriba a abajo, adelante o hacia atrás, según disposición del motor y de su inclinación...".
No puede pedirse más claridad e incluso una terminología más idónea para este relato.
Muchos serían los textos que se podrían citar, pero su relación sería interminable.
Creemos que los mencionados son suficientemente claros como para saber que el fenómeno de los Ovnis ya fue captado en la antigüedad,
aunque, en aquellas épocas, se le diera una explicación mas "divina" o "sobrenatural" que material y científica.
De épocas más tardías, las aportaciones son también más numerosas y más conocidas.
De todas formas, no nos resistimos a mencionar una cita de la "Historia de los Franceses", de Gregorio de Tours: "...Durante
dos noches seguidas, vimos en el cielo una nube luminosa que tenía forma de capuchón. En el mes de Septiembre, varias personas
vieron rayos o cúpulas que parecían correr velozmente por el cielo...".
La única laguna histórica en la que faltan datos concretos sobre la presencia en la Tierra de naves voladoras, nos la encontramos en la Edad Media. Pero, en esa época, la cultura, reducida a los conventos, jugó un papel
decisivo. Los monjes, propensos siempre a ver la "intervención divina" en cualquier signo, se abstuvieron de mencionarlo en
sus códices y los hombres de la calle nunca pudieron plasmar sus experiencias; porque si por una parte no sabían escribir,
por la otra la influencia de la religión fue decisiva a la hora de dar sentido a esas visiones, de las que también se aprovechaba
para obtener ciertos beneficios, anunciando a los interesados venturas o desgracias, atemorizándoles con descubrir pecados
ocultos, o añadiendo que Dios se servía de esas apariciones para anunciar que su castigo estaba cercano.
COMISIONES INVESTIGADORAS
A medida que la aviación iba cobrando auge, el tema de los Ovnis fue estudiado cada
vez más minuciosamente, hasta que los gobiernos vieron la imperiosa necesidad de crear organismos dedicados exclusivamente
al estudio de estos fenómenos. El primero de estos organismos fue creado por el Alto Estado Mayor en Alemania, en 1.944.
Ante los continuos informes de los pilotos en vuelo, que aseguraban ver extraños objetos
luminosos que les seguían, surgió el "Sonder Buró 13", y a todo el montaje se le denominó "Operación Urano". En realidad,
no se pretendió nunca investigar sobre platillos volantes, sino que los dirigentes de la aviación alemana creían que se encontraban
ante algún arma secreta de las fuerzas aliadas. Lo mismo sucedía por la parte aliada, que pensaba en algún arma secreta de
Hitler cuando sus pilotos informaban de tales objetos voladores no identificados.
A raíz de un nuevo incidente en los Estados unidos en 1.947, el Servicio de Información
del Aire, "ATIC", comenzó a recopilar datos. La conclusión fue terminante: "los platillos voladores existen".
El 30 de Diciembre de ese mismo año, el secretario de estado de defensa, James D.
Forrestal, desaparecido en circunstancias todavía hoy sin aclarar, firmó el decreto por el cual se creaba la "Comisión de
objetos voladores no identificados", en el seno de la "ATIC", con el nombre de "Progect Sing", más conocido como "Project
Saucer". Con los informes elaborados por los componentes de esta comisión, se inició un estudio que no terminaría hasta 1.956,
en el que se afirmaba que los platillos voladores no eran de origen soviético, sino extraterrestre.
Los años cercanos a 1.950 fueron auténticamente angustiosos en el terreno de los Ovnis.
Las autoridades militares norteamericanas no llegaron a estar conformes con los resultados que publicaba el "Project Sing",
afirmativos casi siempre, y lo reemplazaron por el "Project Grudge". Sus miembros se dedicaron, por encima de todo, a ocultar
el fenómeno, tratando de buscar explicaciones naturales a todos los fenómenos que se les presentaban, e incluso a desacreditar
a los visionarios, dentro de la línea oficial de que los Ovnis no existían. De esta manera, los Estados Unidos capitalizaban
prácticamente toda la información sobre estos fenómenos; pero como en muchas partes se desconfiaba de los resultados que facilitaban,
en 1.951 se creó entre Francia y Gran Bretaña la "Comisión Internacional de Encuestas Científicas Urano", que pretendía poner
en claro todo lo existente sobre este complicado asunto. También en los Estados Unidos se creaba otra comisión, la "Civilian
Saucers Investigations".
Un último paso se dio en 1.952, cuando el "Project Grudge" fue reemplazado por el
"Proyecto Libro Azul". A partir de este momento, comenzó la decadencia de los organismos creados de manera oficial, para transformarse
en comisiones secretas.
El comportamiento habitual de los Gobiernos en general ha sido siempre el de ocultar
el fenómeno y desprestigiar hasta el ridículo a las personas que han visto con sus propios ojos algún objeto volador. Debemos
hacer una excepción con el Gobierno Francés, que es el único que ha dejado siempre una puerta abierta a la posibilidad de
la existencia real del fenómeno.
En nuestro país, Argentina, como así también en otros países como España, no han sido
nunca perseguidos, como en muchos otros lugares, los visionarios de los Ovnis; aunque tampoco ha existido jamás una comisión
especial dedicada a la investigación de estos fenómenos. Prácticamente en todo el país y en todo momento han existido avistamientos;
no obstante, el principal lugar donde se suceden casi diariamente es el Cerro Uritorco, en la localidad de Capilla del Monte,
provincia de Córdoba. Quienes hemos vivido la experiencia de visitar dicho lugar, escalar el cerro, pasar una noche allá arriba
y ver la enorme cantidad de "luces zigzagueantes" que surcan ese espectacular cielo estrellado, hemos quedado maravillosamente
sorprendidos, atónitos, anonadados y embelesados ante semejante espectáculo de singular belleza.
En España, entre los informes más conocidos y más dignos de crédito, están los facilitados
por el comandante de un avión de transporte que hacía la línea regular Palma-Barajas, y por dos pilotos de combate de la base
de Manises. Si en el primero de los casos no hubo conclusiones oficiales, en el segundo, el comandante que actuó de juez pretendió
explicar el fenómeno con las ideas más peregrinas. Estaba claro, con su postura, que los organismos oficiales españoles pretendían,
sí no negar, si al menos ignorar u ocultar tales fenómenos.
Hay que reconocer que el temor y el miedo, en todos los terrenos, ha podido siempre
más que el ansia de saber, y que la postura oficial ha tomado siempre el camino más corto y más conveniente para sus propios
intereses: el del ocultamiento o la ignorancia; quizá por que así se sigue afirmando, más rotundamente, que la Tierra es el centro del Universo y el hombre el único ser inteligente
del mismo, condición que se quiere conservar por encima de todo y a costa de lo que sea.
¿SOMOS LOS ÚNICOS SERES INTELIGENTES EN EL UNIVERSO?
"NO debemos caer en la soberbia de creer que somos los únicos en el Universo", manifestó
hace tiempo Herbert Williamson, presidente del comité organizador del Congreso Mundial sobre Ovnis, celebrado en Madrid en
1.970. Como es lógico, las imágenes son de lo más variadas y sirven para apoyar todas las teorías; pero hay hechos que no
pueden olvidarse nunca. El 16 de Mayo de 1.963, moría en Atlanta (USA) Fred Reagan. Durante el año anterior había ocupado
las primeras páginas de la prensa, al afirmar que había sido invitado por unos extraterrestres a visitar el interior de su
vehículo espacial. Se determinó que la causa de su muerte había sido una degeneración de su tejido cervical, debido a una
fuerte radiación atómica, aunque las autoridades fueron siempre incapaces de dar una explicación seria, científica y convincente.
A otras personas que también fueron "invitadas" a visitar el interior de esas naves
espaciales, no les ha sucedido nada que haya trascendido, al menos hasta ahora, como al italiano Antonio de Rosa, que incluso
pudo fotografiar a un alienígena frente al cuadro de mandos de su nave y que fue aceptada como tarjeta de presentación de
la "Hermandad Cósmica", sociedad fundada por Eugeni Siragusa, mundialmente famoso por sus contactos periódicos con seres de
otros planetas.
Antes de adentrarnos en casos más o menos conocidos y concretos, conviene dejar sentado
un principio fundamental: los verdaderos científicos, los que realmente pretenden llegar a la verdad, jamás se muestran tan
recatados como las autoridades políticas o eclesiásticas a la hora de dar su versión sobre el tema, e incluso de reconocer
la existencia real de tales objetos voladores.
En un número de la revista francesa "Document", se revela, fuera de toda duda, que
los mayores astrónomos de la URSS., Estados Unidos
y Francia se han puesto a la escucha de posibles mensajes procedentes del cosmos, y que todos han llegado a la conclusión
de que los extraterrestres existen y nos hablan. Hemos citado anteriormente que Francia había reconocido oficialmente la existencia
de los Ovnis y que los sabios rusos son los que menos prudencia han tenido a la hora de afirmar la existencia de tales objetos,
al mismo tiempo que de reconocer su origen extraterrestre.
Actualmente, la documentación que se tiene respecto de personas que han visto e incluso
hablado con seres extraterrestres, es enorme.
La conclusión a que se llega después de analizar a cuantas personas han visto Ovnis
y seres de otros planetas, es que la inmensa mayoría de ellas son personas normales y que, desgraciadamente, en varios casos
se han visto afectadas de tal forma que han tenido que recurrir a tratamientos psiquiátricos; incapaces de superar, por sí
solas, el trauma que les produjo el contacto.
Según los datos facilitados por las personas de mayor crédito, hay que destacar que
los extraterrestres observados son de forma humanoide, de estructura variable, que va del enano de un metro al gigante de
casi tres.
A la hora de recopilar declaraciones, nos encontramos forzosamente con las personas
particulares que han presenciado estos fenómenos. Casi todas prefieren olvidar lo ocurrido un cierto día cualquiera de sus
vidas y todas confiesan que, por una u otra causa, las cosas no han continuado igual desde aquel momento.
PLURALIDAD DE MUNDOS HABITADOS
A mucha gente le resulta difícil aceptar que no somos el único planeta habitado del
Universo (especialmente a los que se rigen por ciertos lineamientos generales impuestos por determinadas religiones), y que
seguramente nuestras vidas se encuentran regidas por una programación controlada (llámese Karma, Darma, Cielo, etc.) por un
sistema que posee, incluso, reglas manifestadas a través de seres o entidades que aunque están en otra dimensión o estado
de materia, no dejan de demostrar su influencia en todo momento y lugar.
Se han recibido noticias sobre personas que han tenido contactos con extraterrestres
y según diferentes informes parecen coincidir en que éstos presentan un aspecto humanoide, su nivel intelectivo es superior
al nuestro, han desarrollado al máximo el inconsciente y han suprimido, por decirlo en un lenguaje corriente, las emociones.
La actitud de estos seres hacia los humanos no puede ser más positiva; es en todos los casos una actitud fraternal, de amistad,
de cariño, de comprensión, de tolerancia y de amor.
La mayoría de las personas que han establecido contactos, sin darse cuenta han cambiado
su forma de vida y su manera de pensar, a partir de ese momento ya no ven las cosas de la misma manera; la existencia, la
vida, la comprensión del Universo y de la Religión toman
un sentido nuevo y en la mayoría de los casos adquieren un interés muy positivo, fraternal y solidario para con sus semejantes.
El hombre actual ya no discute las probabilidades de la existencia y pluralidad de
mundos habitados, concepción que ayer era considerada absurda por la mayoría de los gobiernos y determinadas Religiones; casi
se puede afirmar que hoy sabe, o presupone, que tales mundos existen y que el Universo está lleno de distintos "mundos habitados".
Es más, lo que parece inadmisible en nuestros días, es creer que sólo la Tierra, minúsculo átomo que ocupa un insignificante lugar en la inmensidad
del espacio sideral, pueda ser el único y exclusivo representante de manifestación de vida inteligente. El nuestro es, sencillamente,
uno más de los incontables mundos que pueblan el Universo; aunque sea el más importante sólo para nosotros. Y el alcance y
grado intelectivo que demuestra tener el hombre no puede ser otra cosa que una de las tantas manifestaciones de vida, diseminadas,
con infinita profusión, por el área inconmensurable del "Gran Todo".
Somos, simplemente, parte integrante de un Todo, cuyas infinitas posibilidades jamás
será capaz de comprender ni precisar el hombre.
No sería lógico, en consecuencia, que por vanidad, ignorancia u ocultamiento, continuáramos
creyendo ser los únicos depositarios del más preciado de los dones existentes, como lo es la posesión de facultades tan excelsas
como la vida y la inteligencia; muy por el contrario, la verdad más absoluta es que existen infinidad de mundos habitados
diseminados por todo el Cosmos inconmensurable.